Un thriller sin apariencias

0
- Publicidad -

Película Black Coal

BLACK COAL

Como cada año, una vez que acaban las vacaciones de verano, comienza la que es, innegablemente, la mejor temporada cinéfila del año. Es cierto que durante todo el año tenemos estrenos de grandes obras, de películas de enorme calidad.

- Publicidad -

{xtypo_code}China, 2014 (106′)
Título original:  Bai ri yan huo.
Escrita y dirigida: Diao Yinan.
Producción: Vivian Qu, Wan Juan, Shen Yang, Zhang Dajun
Fotografía:  Dong Jingsong.
Música: Wen Zi.
Montaje: Yang Hongyu.
Intérpretes: Liao Fan, Gwei Lun Mei, Wang Jingchun, Wang Yu Ailei, Wang Xuebing. {/xtypo_code}

Pero generalmente éstas llegan con cuentagotas. Y es ahora, cuando el año entra en su recta final, cuando llegan las películas que pelearán por los Oscar del año que viene, las que recogen las mejores críticas, las que han ganado en los festivales más importantes… Por ejemplo, está Black Coal, que en el pasado Festival de Berlín se alzó con los premios al mejor actor y mejor película, arrebatándole el premio a la gran Boyhood (que era la favorita de casi todos).

Diao Yinan ha dirigido, en esta su tercera película, una muestra sucia de cine negro clásico, con un detective que investiga un extraño y truculento crimen y una femme fatale. En 1999, aparece el cadáver descuartizado y los fragmentos del cuerpo repartidos por toda la provincia. El inspector Zhang se encarga de la investigación, aunque debe dejarla tras ser gravemente herido al producirse un tiroteo en pleno interrogatorio. Cinco años después, con Zhang convertido en agente de seguridad, se producen otros dos asesinatos semejantes, ambos vinculados a la mujer del primer fallecido y decide retomar la investigación y acercarse a la enigmática mujer.

Cine negro con trazos de tristeza rodado elegantemente, con planos y escenas que son estéticamente primorosos, a pesar de su aparente sencillez, y que esconden una enorme crudeza  (la escena del tiroteo es austera pero sobrecoge por todo lo que esconde, por lo que no cuenta). El director ha creado una obra magnífica, difícil para los paladares acostumbrados al cine (aun del mismo género) americano o europeo, donde se rueda y se cuenta con otros ritmos, con otros tempos, prestando más atención a elementos distintos. Y, a pesar de todo,  no falta el humor.

El filme, según su autor, es un retrato de la China actual, aunque se desarrolla en una ciudad pequeña, alejada por completo y en todos los sentidos de las grandes megalópolis de Shanghai o Pekín, donde la historia no hubiese terminado de funcionar.

Diao Yinan, fiel a su estilo, huye de la espectacularidad del género, y hasta las persecuciones (o incluso el ya mencionado tiroteo) han sido rodados de modo sencillo, con ritmo pausado, casi con plano secuencia y usando el plano fijo en numerosas ocasiones, lo que (contra todo pronóstico) da una fuerza inmensa a la historia.

Con un arranque perturbador, y aunque la trama del asesinato es quizás secundaria en algunos momentos (lo que le interesa a Yinan es otra cosa, es el retrato de una sociedad), Black Coal es una cinta hipnótica, que huye de la belleza formal, del espectáculo pirotécnico, pero que tiene una fuerza que te atrapa en su fealdad, haciendo que veas la belleza que se esconde detrás de la suciedad.

 

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!