Espe-lanza

0
- Publicidad -

(Mateo 13,1-25) La persona con esperanza siempre es lúcida, porque sólo el que es consciente, en concreto, de los peligros de la deshumanización que nos amenaza, espera y anhela profundamente un cambio que transforme nuestro mundo hacia la humanidad. La persona con esperanza es consciente de las piedras del camino, de lo dañino de las intrigas y la cizaña de los nuestros, de la falta de autenticidad de la palabra de muchos…

La persona con esperanza siempre ve más allá de la frustración y la debilidad del presente porque atiende a la fuerza intrínseca de la verdad y del amor en el corazón humano. Podemos engañarnos durante mucho tiempo, pero llega la hora en que cada persona ha de sincerarse consigo mismo y responderse a preguntas que lo enfrentan con la verdad de lo que ha ido amasando en su vida.

La persona con esperanza es siempre paciente. No se desalienta ante las primeras dificultades, sino que espera activamente (trabajando, exhortando, luchando…), hasta que el tiempo llega a su sazón, hasta que llega la hora de recoger los frutos o de contemplar cómo lo sembrado, aunque todavía bajo tierra, late con ansias de brotar.

- Publicidad -

La persona con esperanza es siempre optimista. No con un optimismo simplón que cree que mañana todos los problemas estarán arreglados, sino con el optimismo del que sabe ver las posibilidades concretas que se presentan. El optimista ante las situaciones de oscuridad no cierra los ojos, al contrario, los abre para poder ver las luces pequeñas que iluminan el futuro.

Salió un sembrador a sembrar… y sembró semilla buena en tu corazón; mantén la esperanza que merece quien te hizo tal don.

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!