Regaló al público, que llenó el auditorio, más de dos horas de risas
Como los reyes en el día de su coronación, Manu Sánchez llegó el pasado viernes al auditorio en un descapotable, con traje de gala y precedido por los sones de una banda de música.
Con retraso, por las retenciones en la Carretera Vieja a causa de las autoescuelas, el humorista llegaba a una auditorio repleto de público en una de sus citas más importantes: la de su consolidación como rey del humor en su ciudad.Con una temática muy actual, la del cambio generacional en la monarquía, Manu Sánchez, en el papel de Manu I, ofreció su particular visión de la historia de la monarquía en España marcada por altas dosis de humor e ironía.
Durante más de dos horas, Manu dio vida a un joven heredero a la corona, en fase de preparación de su discurso de proclamación, que le sirvió de línea argumental para hacer un repaso a la importante figura de la madre, con mil y una anécdotas, con las que el público se identificó, despertando una incontenible sucesión de carcajadas.Y en un espectáculo de tanta extensión, hubo cabida hasta para la reivindicación, con un final más subido de tono en el que Manu I animó a sus conciudadabos a defender lo que es suyo.