La Rociera vence con mucho esfuerzo al Espeleño, segundo clasificado, y amplía su liderato
La Rociera se convierte por méritos propios en el campeón de invierno de 1ª Andaluza. El conjunto nazareno venció (no sin complicaciones) a su rival directo, el Atlético Espeleño, por un peleado 2-1. La victoria le ha otorgado al equipo que preside y entrena Emilio López una renta de nada menos 8 puntos de distancia frente al conjunto cordobés, que ocupa la segunda plaza del grupo.
Desde el primer instante de juego las riendas del partido estuvieron en manos del cuadro visitante, que pusieron en algún que otro aprieto a la defensa y al portero del conjunto auriazul. Mientras, los de Espel cerraron atrás su área pequeña, impidiendo cualquier llegada de los rocieros. La contienda se presentaba igualada y cualquier fallo sería defendido por los contrarios para inaugurar el marcador. Como sucedió en el minuto 25. Un error cometido por la muralla nazarena fue la ocasión perfecta para que Raillo, el mejor jugador llegado desde tierras cordobesas, se internara en el área local y doblegara a Rivas.
Los anfitriones pusieron toda su alma en igualar el partido. Los esfuerzos dieron pronto sus frutos. Apenas seis minutos después llegó la réplica rociera. Villalón puso en bandeja el tanto a David Antón, quien batió por lo bajo a Andos, el cancerbero del Espeleño.
El segundo tiempo siguió por los mismos derroteros que el primero, con el Espeleño muy bien atrás y propinando duras entradas a sus rivales, en especial a Gordi, que fue blanco de las acciones del defensor Siles, que se ganó una más que merecida expulsión que nunca llegó.
La contienda tomó otro cariz a partir del minuto 60, momento en el que la Rociera tomó el control del balón. El punto álgido de esta nueva etapa del partido llegó en el 73. Chiqui Carmona trató de romper la igualdad de un soberbio trallazo pero erró en su intento. El esférico salió repelido pero Marcos supo interceptarlo y marcar el definitivo 2-1.
El Espeleño no se cruzó de brazos y saltó como un resorte tras el tanto nazareno. Había mucho en juego como para dejar pasar la oportunidad de luchar por, al menos, el empate. Los pupilos de Emilio López se defendieron muy bien de las embestidas cordobesas.
El final del partido se vio empañado por el feo gesto de Vicente Siles, que se marchó al vestuario dirigiéndose al público mientras se tocaba los testículos. Por fortuna enmendó lo hecho saliendo de nuevo al terreno de juego a pedir perdón a la afición.
Con ocho puntos por encima del segundo clasificado, el Espeleño, diez sobre el Villanueva (tercero) y 11 de distancia respecto al Castilleja y el Estrella San Agustín, el equipo de la barriada del Rocío se medirá esta semana al Osuna Bote Club, que ocupa la 16ª posición.
La Rociera ha sumado un nuevo efectivo a su plantilla. Sema, hasta ahora jugador del Alcalá, firma esta semana su incorporación al conjunto auriazul, con el que disputará el resto de temporada.
