Alforjas llenas de viento

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1501EL ATLAS DE LAS NUBES

Había quien esperaba con muchas ansias esta cinta, el nuevo y mastodóntico proyecto de los hermanos Wachowski, los mismos que hace una década crearon el universo Matrix (pese a que a muchos sólo la primera de sus partes nos pareció soportable) y que después se estrellaron con aquella tontería que fue Speed Racer. Proyecto este para el que han contado con la colaboración del alemán Tom Tykwer (director de Corre Lola, corre o El perfume entre otras). Otros, en cambio, la esperábamos por la grandiosidad que prometía, aunque mucho temíamos que esa misma altura de miras podía jugar en su contra. Como así ha sido.

{xtypo_code}Estados Unidos-Alemania-Hong Kong-Singapur, 2012 (178′)
Escrita y dirigida: Andy Wachowski, Lana Wachowski, basado en la novela homónima de David Mitchell.
Producción: Stefan Arndt, Grant Hill, T. Tykwer, A.Wachowski, L. Wachowski.
Fotografía: Frank Griebe, John Toll.
Montaje: Alexander Berner.
Intérpretes: Tom Hanks , Halle Berry , Jim Broadbent , Hugo Weaving , Jim Stugues , Doona Bae , Ben Winshaw , Keith David, James D’Arcy, Xun Zhou , Susan Sarandon , Hugh Grant.{/xtypo_code}

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El atlas de las nubes se basa en la novela homónima de David Mitchell, aunque los directores han modificado la estructura de la misma para hacerla, según ellos, más cinematográfica. Para ello, en vez de contar las seis historias de forma líneal, van saltando de una a otra aprovechando la menor oportunidad, la más mínima excusa. A veces ni siquiera eso.

Son seis, como decimos, las tramas, y seis, asimismo, los géneros: desde el cine de aventuras en el Pacífico Sur a mediados del XIX, al cuento apocalíptico de 106 inviernos despues de “La Caída”, pasando por el melodrama trágico en la Inglaterra de los años 30, el thriller político en California en los años 70, la comedia británica en la actualidad, y la ciencia-ficción distópica de Neo-Seul en el año 2144. Todas muy distintas, y en las que, en realidad sólo hay dos elementos en común: una misma marca de nacimiento presente en algún personaje de cada época (no, no busquéis relación de parentesco en distintas épocas, descendientes de un personaje concreto, no tienen nada que ver); y que en todas ellas hay opresores y oprimidos, poderosos que ejercen la fuerza contra unos ‘súbditos’. En las seis historias, que están conectadas por elementos a veces demasiado débiles, los intérpretes son los mismos, escondidos en algunas bajo un maquillaje imposible que despista más que ayuda a que la historia enganche. En realidad hay un séptimo período, que conforma el prólogo y el epílogo de esta farragosa cinta, y que lo que hace es deshacer la posible magia que haya podido crearse.

El resultado final es demasiado embarullado, pretencioso hasta el paroxismo. Una historia farragosa, a veces incomprensible, en la que cuesta entrar, vacía en muchas ocasiones, que pretende ser lo que no es. Y larga, larga, larga. Algunas transiciones están excesivamente forzadas, y otras son endebles, como si se viesen obligados a cambiar de una a otra y aprovechasen a que el mismo intérprete está en pantalla (con diferente maquillaje) para hacer el trueque.

No todo es insalvable. No seamos excesivamente crueles. Hay algunas situaciones puntuales que funcionan y que sorprenden, algunos destellos. Las recreaciones de las distintas épocas, salvo detalles, están bastante logradas. La banda sonora, de Tykwer y los suyos, la banda Pale3, es muy buena. Pero el conjunto sale perjudicado por la intención del trío de directores de querer abarcar mucho, demasiado, de querer filosofar sobre el amor, sobre la existencia, de lanzar mensajes sobre espiritualidad y misticismo que lo que consiguen es que la cinta se hunda en el ridículo en muchos momentos.

 

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