Damas, quiero hacerles un cumplido a todas ustedes, pero, sobre todo, quiero una explicación y algunos consejos. Desde mi llegada a España me he preguntado continuamente cómo se las arreglan con su siempre tan altísimo tacón y la posibilidad de romperse un tobillo.
No me malinterpreten, soy tan fanática de los tacones altos como cualquier otra chica estilosa, pero normalmente no a todas las horas del día. En Estados Unidos los tacones altos, generalmente, están reservados para salir por la noche en la ciudad y no se utilizan en la vida diaria. Aquí he visto mujeres en perfecto equilibrio subidas en sus enormes tacones conduciendo un cochecito, corriendo bajo la lluvia o persiguiendo a los niños.
Aquí, donde a caminar es una forma muy común de transporte público, las mujeres están completamente entregadas a los zapatos altos. Me asombra cómo lo hacen desde las jóvenes en bambas hasta las mujeres mayores con tacones más manejables. He visto tacones altos cada día de la semana, con todo tipo de condiciones atmosféricas y en todos los lugares, caminando en un centro comercial o sobre el albero de la calle.
Soy una de las personas más torpes del mundo, no importa que tipo de zapatos lleve. Esta falta de coordinación mía me ha hecho abstenerme de esta tendencia de la moda sevillana excepto en mis salidas nocturnas. Aunque esta moda es bonita y favorecedora, la verdad es que puede ser difícil caminar con estos zapatos, sin mencionar que puede resultar muy doloroso después de un largo día. Pero ustedes mujeres aquí lo hacen sin mostrar el más mínimo malestar y sin sufrir muchos tropiezos. He visto muy pocos tropiezos, algo que podría esperar de las mujeres que usan esos gigantes tacones, especialmente en las viejas y desiguales calles de ciudad.
Así que, damas, admiro su estilo, su gracia y su devoción por estos zapatos altos. Todavía tengo que entender como lo hacen, así que hasta que aprenda sus secretos voy a admirar su fabuloso calzado desde lejos.
