Mi muy distinguido señor D. Manuel Reina González, dos puntos, espero que al recibo de la presente se encuentre usted bien de salud y en compañía de su muy dignísima familia; nosotros bien a Dios gracias.
Hay un refrán que dice más o menos que “uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras”, y ésta que le escribe, fue tan prudente que pasé inadvertida incluso para usted, y le corrijo lo de las posiciones en el salón de plenos, usted se sentaba lindando con el pasillo, a continuación su acompañante, varón de pelo oscuro y yo al lado, al ladíto, en la misma fila, no en la fila de delante, ¿me confundió con otra persona?
De ahí que tuve que oír sus comentarios forzosamente aunque mi intención era hacer oídos sordos, se lo aseguro. Y como desde muy pequeña me enseñaron normas y pautas de comportamiento que procuro practicar, aún queriendo hacer oídos sordos tuve que oír lo que me callé en el escrito anterior y que no comenté por educación, por ejemplo a quién/es de su Partido Popular local, usted, Don Manuel, calificaba de déspota, creído y soberbio, “ese” de quien usted decía que “qué se habrá creído…” además de otras lindezas. Sencillamente hice un el análisis junto con unas reflexiones personales sobre la situación política, ideológica, social, económica…, en un contexto general muy, muy cruel y duro para muchas familias, para la juventud de nuestro país, para los más vulnerables, hechas desde mi humilde punto de vista pero también desde cierto grado de conocimiento teórico, ideológico y práctico, y que desde este periódico tuvieron a bien publicar, cuestión que les agradezco. Mis sentimientos, preocupaciones e intereses están muy por encima de sus lindes y no voy a entrarle a cuestiones de cotilleos, fobias y filias de sus trapos sucios de dentro ni fuera de su partido, con los momentos que estamos viviendo…, ¡¡que con su pan se lo coman¡¡, tendremos que ver tanto….
Para terminar, una recomendación, coja un diccionario y lea significado y sinónimos de sátrapa y sus derivaciones, por si no lo tiene actualizado o a la mano, le oriento; sátrapa: gobernador, negrero, opresor, cacique, aligarca, explotador, imperialista, absolutista, torturador, verdugo, abusador, tirano, despótico, marrullero, zorro, salvaje, ladino, pícaro, cruel, animal, cafre, violento, irracional…, y como entenderá cuando se refiere a mí en ese término, y quiero pensar que por ignorancia, “no insulta el que quiere sino el que puede”.
Otra cuestión, el señorío de quien se autodenomina señor, es un traje cortado a la medida del señor que lo lleva puesto las veinticuatro horas del día y toda su vida como una segunda piel, todo lo demás son disfraces. Esta reflexión también es mía, si le parece interesante, apúntesela.
Lo dicho, ¡¡¡que con su pan se lo coman¡¡¡
Y sin más que decirle Don Manuel, se despide ésta, quien le desea, Dios guarde durante muchos años.
