El dolor de una adicción

0
- Publicidad -

1101SHAME

La que fue (con el permiso de The artist) la mejor película que se proyectó en el pasado Festival de Cine Europeo de Sevilla llega a las pantallas con fuerza. Aunque no se ha estrenado en demasiadas salas, todo apunta a que dejará huella. Al menos, debería hacerlo.

{xtypo_code}Reino Unido, 2011. (110′)
Título original: Shame.
Director:  Steve McQueen.
Producción: Iain Canning, Emile Sherman..
Guión:  Steve McQueen, Abi Morgan.
Fotografía: Sean Bobbitt.
Música: Harry Escott.
Montaje: Joe Walker.
Intérpretes: Michael Fassbender (Brandon Sullivan), Carey Mulligan (Sissy Sullivan), James Badge Dale (David Fisher), Nicole Beharie (Marianne), Alex Manette (Steven), Hannah Ware (Samantha), Elizabeth Masucci (Elizabeth), Anna Rose Hopkins (Carly), Lucy Walters (Mujer en el metro) .{/xtypo_code}

- Publicidad -

Estamos ante una de las cintas más opresivas, dolorosas y perturbadoras desde hace mucho. El modo en que Steve McQueen nos cuenta la historia, y las sobrecogedoras interpretaciones de dos fantásticos ‘hermanos’ (en la ficción, claro) como Michael Fassbender y Carey Mulligan son los responsables de ello.

Shame nos cuenta la historia de Brandon, un ejecutivo treintañero neoyorkino, con una casa lujosa en Manhattan, un sólido trabajo, que se mueve como pez en el agua por los mejores restaurantes y locales de la ciudad, que gusta a las mujeres con las que trata a diario y a las desconocidas con las que se cruza en el metro o en un bar. Es un adicto al sexo, y cuando no está con una de sus conquistas en la cama, tiene sexo de pago, o bucea en mil páginas de internet, o se masturba compulsivamente en el baño de su oficina. Hasta que inesperadamente su hermana Sissy se presenta en su casa. Es una chica frágil, autodestructiva, que oculta un turbio secreto junto a su hermano. Desde ese momento, todo el universo de Brandon se vuelve del revés.

Shame es una película compleja e intensa. El protagonista, a pesar de su aparente libertad sexual, vive encerrado en una cárcel, es preso de sus deseos, a los que no puede dominar y que son los que dirigen su vida, hasta sumirlo en una espiral de autodestrucción que no lo diferencia tanto de su hermana. De hecho, los dos personajes comparten mucho más. En realidad, los dos necesitan algo de amor, de cariño, sólo que él aún no lo sabe y sigue rehuyendo, siendo dominado por sus instintos animales que le causan un dolor, angustia, y le hacen sentirse solo. Su rostro desencajado en la última secuencia de sexo, es el más claro ejemplo.

McQeen nos ofrece una cinta impecable, sobria, extrema, sobrecogedora y fantástica. Fassbender da todo un recital, vemos su rostro irse demacrando por el dolor, por la ansiedad; Mulligan nos regala una gran actuación (otra más). Y son varias las escenas en las que el corazón se encoge, como la conversación entre los dos hermanos con dibujos animados difuminados y en blanco y negro al fondo, o esa soberbia interpretación de ella del clásico New York, New York que nos desvela la humanidad de él, y que, con su ritmo pausado, es la escena más brillante y doliente del filme.

Una película que no dejará indiferente a nadie, que te remueve por dentro, y a la que sólo se le puede poner un pero: que no se haya estrenado en versión original para poder disfrutarla al cien por cien en todo su esplendor. It’s a shame!!!

 

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!