Durante dos horas, de 20:30 a 23:00, las calles de Dos Hermanas, como las de cualquier municipio español en la tarde del pasado domingo, parecían propias de una ciudad fantasma. Todo el mundo contemplaba delante de una pantalla de televisión la final de la Copa del Mundo de Fútbol que disputaba por primera vez en la historia España.
Tras el gol de Iniesta a los holandeses, a cuatro minutos de que concluyese la segunda parte de la prórroga, Dos Hermanas se convirtió en una auténtica fiesta en la calle, en la que predominó el color rojo de la selección y los cánticos de “Yo soy español, español, español…”. Coches con banderas de España por cualquier calle de la ciudad y una auténtica fiesta en la plaza de La Constitución con baño en la fuente incluido. La celebración, según la Policía Local, transcurrió con absoluta normalidad.
