Cada año peregrina, a modo de superación personal, para abrazar al Santo
Francisco Terrero, uno de los socios más activos del club senderismo Señal y Camino, a pesar de sus 60 años, ha conseguido este año su décima Compostela, después de que tras sufrir una grave enfermedad, Terrero se propusiera peregrinar cada año a pie a Santiago de Compostela para abrazar al Santo.
Este año, Francisco ha optado por el Camino Primitivo desde Oviedo a Santiago, recorriendo unos 350 kilómetros en 23 días. Comenzó a caminar el día 5 de octubre, tras viajar 12 horas en el autobús desde Sevilla a Oviedo. Prácticamente el camino en Asturias es una ruta de montaña, por lo que, a pesar de lo bello de sus paisajes, comenta Terrero, “algunas etapas han sido bastante duras por los desniveles que hay que salvar cargado con la mochila y las distancias tan largas que hay que recorrer sin albergues para su descanso, durmiendo en antiguas escuelas abandonadas”. Asimismo, por su dureza, es un camino poco frecuentado, y al hacerlo en octubre, añade el peregrino, “ he caminado más días solo que acompañado de peregrinos, aunque luego con el clima he tenido mucha suerte, de todos los días empleados ninguno ha llovido y eso en el otoño asturiano y gallego es tener mucha suerte”.
Del camino asturiano, Francisco se queda con su paso por Grandas de Salime, último pueblo de Asturias. “Las mejores vistas, un inmejorable chuletón de ternera, el museo etnográfico que es increíble y 'tirar sidra' por la noche en reunión de peregrinos”, los mejores momentos para Francisco.
Entre los aspectos más negativos del camino, Terrero denuncia “la degradación paulatina pero irremediable del espíritu peregrino del camino, en favor de uno cada vez más mercantilizado y enfocado al turismo económicamente pudiente”.
Durante su trayectoria, Paco Terrero ha utilizado para su peregrinaje varios caminos. El primer año lo hizo desde Sevilla por la Vía de la Plata, hasta Finisterre. Al año siguiente, partió desde Zamora, por el camino Sanabrés o Mozárabe. En un mismo año realizó las dos variantes del Camino Francés, atravesando los Pirineos desde San Jean Piet de Port en Francia, por Roncesvalles; y el Aragonés, atravesando otra vez los Pirineos por Somport, Candanchú, Canfranc y Jaca hasta Compostela. Cuatro años ha partido Francisco desde Portugal, la última el año pasado desde Lisboa; así como una desde Astorga, la más corta, con tan solo 260 kilómetros.