A propósito del debate sobre la Ley de Memoria Histórica anda el personal (periodistas incluidos) buscando calles con nombres alegóricos al franquismo cuando no algún que otro águila, placa o estatua del dictador para así trasladarlo a la sociedad. Sin embargo se olvidan que existen otros muchos espacios vinculados a la represión a los cuales no se les presta ninguna atención, por ejemplo a los solares y edificios que fueron en algún momentos campos de concentración en los que las administraciones públicas no hacen nada o si lo hacen es para hacerlas desaparecer, caso de la cárcel de Ranilla.
Nosotros, sin embargo, nos embarcamos en la convocatoria de un Concurso de Ideas sobre el espacio (solar) que ocupó el último campo de concentración del franquismo en España por parte de un Grupo de Trabajo de un sindicato sin encomendarse, o sea, sin pedir dinero -subvenciones- a las instituciones, pone sobre la mesa de la actualidad la tan deseada articulación de la sociedad e independencia frente a los poderes públicos que tantas veces se reivindica desde los medios de comunicación y, también, desde las organizaciones políticas, sobre todo cuando están en la oposición.
Por nuestra parte la independencia económica, se traduce en este caso en poner de nuestro bolsillo 3.000 Euros (producto de los derechos de autor del libro sobre El Canal de los Presos) y tiene como objeto hacerles más fácil la toma de decisiones, a las administraciones que en su día apoyaron las investigaciones, para convertir ese solar lleno de escombros, en un lugar de memoria. Un lugar que sirva de encuentro a todos aquellos ex presos políticos y sus familias, pero también de homenaje por parte de todos aquellos que nos beneficiamos -de una forma u otra- de su trabajo como esclavos del franquismo.
Ahora falta la colaboración de los que con la formación técnica suficiente (arquitectos, aparejadores, museólogos, etc..) respondan a este llamamiento y a los medios de comunicación su apoyo en la difusión.
Más información en: www.memorialmerinales.org
