Desaparecen de los laterales del camino las furgonetas y los carros que ralentizaban el discurrir de la romería camino de Bellavista
Como si de Moisés con su cayado se tratase, parado ante las mareas del mar Rojo, la Virgen de Valme ha logrado, al fin, este año que la marea de coches de caballo, furgonetas alquiladas y carros que colapsaban el camino hasta Bellavista se abran ante su paso. El año pasado se dio el primer toque al regular los accesos a la carretera desde la rotonda del camino de los Frutales, impidiendo desde las 7:30 horas el acceso a todo vehículo de tracción animal o mecánica delante de la Virgen. Un logro, por el que los romeros tradicionales y la junta de gobierno de la hermandad están muy satisfechos, al recuperar costumbres y tradiciones de las romerías pasadas, en las que era la Virgen la que marcaba en todo momento el paso de la comitiva.
Y este año así ha sido, acallando las voces críticas de la pasada romería que apuntaban que la Virgen había avanzado demasiado rápido hacia su destino, la ermita de Cuarto. Debido a que las condiciones meteorologógicas acompañaban, no se recuerda una romería tan calurosa en los últimos años como la que se vivió ayer, con temperaturas que rondaban los 30 grados; y ya que las condiciones de organización eran favorables, la Virgen se fue recreando por el camino, recuperando esas paraditas, que no parones, que tanto gustan a la gente que se agolpa en Barranco, y que hacía años que no se vivían cuando la sensación de prisa era la nota predominante.
Despejado
A las 10:00 horas, la carreta, rosa y blanca, de la Virgen de Valme enfilaba, tras despedirse del pueblo a la altura de El Motel, una despejada Carretera Vieja. Antes, como ya es tradicional, ya se había despedido del pueblo acompañada por los sones del himno nacional tocado por la banda de música municipal de Santa Ana. Allí, el alcalde, Francisco Toscano, el delegado de Fiestas Mayores, José Román, y algunos miembros de la corporación, como los miembros del equipo de gobierno, Ana Sánchez, Ana Conde, Rosa María Roldán Valcárcel, Lourdes López y Francisco Rodríguez; así como los concejales del grupo Popular, Manuel Alcocer, Manolo Varela o Juan Iglesias, entre otros, abandonaban la presidencia.
A partir de ahí se abría paso un camino marcado por la tranquilidad, un discurrir sin anomalías, sin alteraciones, pero con mucho lucimiento por parte de la carreta que portaba a la Protectora de la ciudad y de las 13 acompañantes. Un camino, como no, de fiesta y convivencia, de cantos y rezos a la Virgen, como el Ángelus de media mañana o la parada ante la réplica de Valme de la capillita ubicada en la zona de Los Merinales, previa a su entrada triunfal en la barriada de Bellavista, de nuevo, recuperando horarios de hace 30 años. Allí, como de costumbre, la algarabía de un barrio que recibe a su Virgen tras un año de espera.
Despedida a ritmo de fandangos
Cuando la banda de música dejó de sonar un improvisado romero se colocó delante de la carreta de la Virgen y entonó ante el silencio de los allí congregados una plegaria a ritmo de fandango que despertó los aplausos del público presente. Una nueva forma de despedir a la Señora antes de emprender su camino a Cuarto.
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| Siempre acompañada. Por los romeros durante todo el camino hasta Cuarto. | Fiesta. El camino ha estado repleto de momentos de fiesta y convivencia. |
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| Camino de color. Brillante jornada de romería. | Popular. El humorista Manu Sánchez en la romería. |