La Vida de Dios

0
- Publicidad -

(Juan 16, 12-15) Vivir es entregarse a otra persona. Vivir es entregarse al Otro. Si vivimos sin entrega acabamos hartos y aburridos de los placeres más deseados, de las cosas más queridas; vacíos por querer llenarnos más y más.
Entregarse al otro es anhelar su confianza, desear su intimidad. En la entrega verdadera al otro le damos la oportunidad de que se nos entregue; al amar ofrecemos la oportunidad de la generosidad.
La mutua entrega siempre hace que seamos más de lo que somos. ¿Quién se puede imaginar, antes de ser padre o madre, de comprometerse por la justicia, de ayudar a alguien que nos necesita realmente, de entregar su vida por el evangelio, de enamorarse lo que eso va a significar en su vida?
El amor de entrega siempre realiza nuestra trascendencia, siempre pone en acto lo que nos sobrepasa, siempre hace que dos sean mucho más que dos. El amor de entrega siempre es trinitario.

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!