Amnesia generalizada

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la película mentes en blancoMENTES EN BLANCO

La amnesia en el cine ha dado origen a numerosas cintas de éxito, insertándolas en su argumento como elemento principal de la trama. Y  Mentes en blanco, la cinta que hoy nos traemos entre manos, es una de ellas, que bebe directamente de las más recientes obras que han utilizado el tema (de la amnesia y de los encerrados), desde la saga de terror Saw, hasta aquella pequeña joya que era Cube (con la diferencia de que en la cinta canadiense no llegaba a saberse a ciencia cierta cuál era el motivo del encierro). 

Estados Unidos, 2006.
Título original: Unknown.
Director: Simon Brand.
Producción: Darby Parker, Rick Lashbrook, John S. Schwartz.
Guión: Matthew Waynee.
Fotografía: Steve Yedlin.
Música: Angelo Milli.
Montaje: Paul Trejo y Luis Caballar.
Duración:  94 minutos.
Intérpretes: Jim Caviezel (Chaqueta vaquera), Greg Kinnear (Nariz rota), Joe Pantoliano (Hombre atado), Barry Pepper (Camisa granjera), Jeremy Sisto (Hombre esposado), Bridget Moynahan (Eliza Coles), Peter Stormare (Botas de serpiente), Clayne Crawford (Detective Anderson).

La trama es sencilla, al menos en principio. Cinco hombres despiertan magullados y encerrados en un viejo almacén abandonado. Víctimas de un producto tóxico, no saben dónde están, no saben cómo han llegado allí, y lo que es peor, no recuerdan nada de su pasado, ni siquiera quiénes son. Juntos empiezan a investigar y buscar una salida a su situación, aunque pronto descubren algo que les inquieta aún más: todo parece indicar que algunos de ellos están secuestrados, y otros son los secuestradores, pero ¿quién es quién?.

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La historia va avanzando en una carrera contra el reloj. Los protagonistas quieren salir de su encierro antes de que los jefes de ‘los malos’ lleguen y los maten a todos. El espectador va descubriendo los hechos a medida que lo hacen los prisioneros. Ese es su principal punto a favor, que no se solucione todo al final, de golpe, inventando una historia casi sobre la marcha, e intentado encajarla con calzador, como ha ocurrido en tantas otras ocasiones. La verdad de lo sucedido se nos cuenta con cuentagotas, poco a poco, dejando para el final la gran traca, y el inevitable giro que da la vuelta a la tortilla, que cambia por completo lo que se nos había dicho hasta entonces, y que (el gran problema de la cinta) crea más dudas de las que resuelve.

Mentes en blanco reúne a un elenco de intérpretes de reconocido talento, en un verdadero tour de force entre ellos. Pero tanto el guión, que presenta alguna que otra laguna (sobre todo en el final, en ese giro inesperado que intenta sorprender pero que deja frío, porque no está del todo explicado y resulta inverosímil), como la dirección del realizador novel, que es demasiado convencional, dejan que desear, y hacen que la cinta carezca de la fuerza que debería tener, que el argumento está pidiendo a gritos.

Lo que en un principio se presentaba como una película de calidad, con un argumento ciertamente interesante (pese a no ser novedoso) se va convirtiendo progresivamente en cine palomitero, de ese para pasar un rato, y al que no hay que pedirle  mucho más, de ese que al final quiere sorprender con un giro inesperado, independientemente de que no tenga demasiada lógica, simplemente para dar la sensación de cierta profundidad psicológica, que aquí en realidad no existe.

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