Homenaje póstumo a un trabajador

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El pasado mes fallecía nuestro querido amigo y compañero Manuel León Camero "Maolillo" para muchos, "Carlillos" para otros, buena persona y mejor compañero para todos. Nos has dejado de manera repentina, cuando te empezaste a sentir mal poco antes, en el trabajo, pateándote las calles de nuestro pueblo a golpe de bota y calcetín, contribuyendo con tu esfuerzo y trabajo a mantener limpias las calles de Dos Hermanas. Tu desaparición nos ha sobrecogido a propios y extraños. Siempre tenías unas carcajadas de buen humor a mano con las que obsequiarnos cada día, por ello tu aparición el el ‘tajo’ era celebrada por muchos de nosotros, con esas maneras de caminar propias de un paseíllo torero, gorra en mano y paso firme y cadencioso, y en el trabajo no perdiendo comba, sorprendiéndonos por tu dinámica laboral. Has querido dejar en este mundo una parte de ti, un hermoso detalle y muestra de tu gran humanidad y la de tu familia, como último servicio a la Sociedad, que gracias a este gesto de enorme generosidad, varias personas podrán seguir adelante en esta vida.

Compañeros, amigos, familiares todos, decía nuestro recordado poeta Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla 1836-Madrid1870), que mientras recordemos a nuestros difuntos, éstos vivirán siempre en nosotros.

La vida se marcha, pero la estela de trabajo y la talla humana que has dejado permanecerá siempre y no se borrará jamás, sobre todo en un mundo como el nuestro, corrompido, lleno de orgullo y falto de moral. Hasta siempre, Manolo.

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