El atraco perfecto

0
- Publicidad -

Spike Lee vuelve a ponerse tras las cámaras con una película de encargo, la segunda tras La última noche, para tratar, aunque esta vez más de pasada, los temas que siempre le han preocupado y que siempre ha abordado en sus filmes, a saber, el racismo y la violencia en la sociedad americana, sobre todo ahora, en la época  post-11-S.

FICHA
Estados Unidos, 2006.Título original: Inside man.Director: Spike Lee.
Producción: Brian Grazer.
Guión: Russell Gewirtz.
Fotografía: Matthew Libatique.
Música: Terence Blanchard.
Montaje: Barry Alexander Brown.
Duración: 128 minutos.
Intérpretes: Denzel Washington (Detective Keith Frazier), Clive Owen (Dalton Russell), Jodie Foster (Madeline White), Chiwetel Ejiofor (Detective Bill Mitchell), Christopher Plummer (Arthur Case), Willem Dafoe (Capitán John Darius), Carlos Andrés Gómez (Steve), Kim Director (Stevie), James Ransone (Steve-O), Cassandra Freeman (Sylvia).

 

 

- Publicidad -

 

 

 

Cuatro individuos se introducen, vestidos con monos de pintores, en uno de los bancos más importantes de Manhattan, tomando el edificio con cuantas personas se encuentran en su interior como rehenes. Al lugar acuden pronto dos negociadores de la policía dispuestos a saldar el incidente sin heridos, pero al frente de los atracadores se encuentra un hombre muy astuto que ha planeado el golpe al milímetro. En el lugar aparece también una misteriosa mujer, enviada por el director del banco, dedicada a limpiar y ocultar los trapos sucios de los más poderosos, con la que el detective tendrá que vérselas para que no se inmiscuya en su trabajo.

La cinta está contada de modo inteligente, intercalando momentos de los interrogatorios posteriores a la estampida de los rehenes, ya que la policía sospecha que entre ellos pueden encontrarse los verdaderos ladrones, que se comprenden mucho mejor una vez que la película ha terminado. Y es precisamente este, el fin del atraco, cuando descubrimos cómo lo han hecho, cuando la película alcanza su punto culminante, donde hay que quitarse el sombrero y descubrirse por el talento no tanto del guionista (que lo tiene) sino por el orquestador de todo el filme, Spike Lee. Después viene una especie de epílogo que le resta intensidad, que le quita brillo al resultado anterior.

Algunos argumentarán que el motivo del robo, el botín, o lo que les lleva a elegir ese banco y no otro, es nimio, peregrino, pero es señal de que no han estado atentos. Para ellos, Lee repite una escena dos veces (la de la charla mirando a cámara) en la que el jefe de la banda dice claramente que se preste atención, que no lo repetirá dos veces, y que ha robado el banco, que lo ha hecho así, sin heridos, sin que parezca que se ha llevado nada pero llevándose mucho, y sin que nadie les vea salir, “porque puedo”. Simplemente es una demostración de poder, de que si hubiese querido se lo hubiese llevado todo, pero le basta con lo que ha cogido.

Lee rebaja un poco su nivel reivindicativo de sus comienzos, pero sigue lanzando mensajes contra la violencia (como en la secuencia en la que el ladrón habla con el niño que juega con la consola a un juego de pandilleros), contra el racismo de la sociedad en la que vive (enseguida se sospecha del árabe que sale del banco, cuando en realidad es un honrado trabajador del mismo banco), y lo hace sin perder el sentido del humor tan propio de sus cintas.

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!