Los niños vivieron su versión reducida de la Semana Santa

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    A ninguna cofradía le faltó un detalle

    Los alumnos del Colegio Maestra Dolores Velasco desarrollaron el Viernes de Dolores su propia cofradía, recorriendo las calles aledañas al centro, pasando por Virgen de los Desamparados, Virgen de Montserrat, Virgen de Covadonga, Plaza de Nuestra Señora de la Esperanza para volver al colegio. 

    Pero antes, nazarenos, mantillas, músicos, costaleros, aguadores, policías y acólitos pararon delante de la guardería Koala, donde los pequeños realizaron una ofrenda de flores a la imagen del Cristo que portaban los alumnos. Todos los vestidos, túnicas, trajes y capas han sido confeccionados por los padres y madres del AMPA, también muy implicados en la organización de la salida procesional, que contó con una gran afluencia de público y con la interpretación de algunas marchas por parte de un grupo de alumnos que tocaron la flauta.
    Por otra parte, también el viernes, día 7, todos los alumnos de Educación Infantil del CEIP Los Montecillos, bajo la dirección de los profesores del Ciclo, realizaron la estación de penitencia de la cofradía del centro. No faltó nada: cruz de guía, niñas vestidas con mantilla, y por supuesto, el paso muy bien decorado con flores blancas y rojas realizadas por los propios alumnos y con sus imágenes. Los tramos de nazarenos estaban perfectamente delimitados, unos con varales y otros con cirios, ataviados con trajes hechos con cartulinas y bolsas de plástico negras. Desfilaron también la cuadrilla de costaleros, la banda de música y los monaguillos con el incienso. Los alumnos de 6º ayudaron en el desfile a los de Infantil. Un numeroso grupo de padres y madres acompañó también a los más pequeños durante la procesión, así como los alumnos y alumnas de los demás cursos del centro.
    Por otra parte, más de 300 alumnos de entre 3 y 10 años del Colegio Olivar de Quintos, en Montequinto, protagonizaron una procesión de Semana Santa en la que aunaron la tradición y el medio ambiente, ya que todos los enseres de la cofradía se habían elaborado con material reciclado. Bolsas de plástico, cartulina y papel sirvieron para confeccionar los trajes de nazarenos y mantillas, los envases de zumo permitieron elaborar las cruces de los penitentes y las garrafas de agua se transformaron en las gorras de los músicos de la banda que abrió el desfile procesional. Esta particular cofradía recorrió los alrededores del colegio.

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