Llevan 22 meses luchando contra la decisión de la comunidad de cerrar la puerta
Los comerciantes del Edificio España de Montequinto lo tienen claro: “no vamos a parar hasta que no nos quiten la puerta”. De esta forma lo afirmaba una de las perjudicadas, Charo Luque, tras protestar ayer martes a la puerta del edificio de la Plaza de Parma para no dejar pasar a los miembros de la intercomunidad de propietarios que decidieron cerrar la entrada al edificio por la calle Messina en horario comercial.
El origen de la polémica viene del año 2004, cuando la intercomunidad de propietarios decide cerrar todo el día la puerta de acceso al edificio, además de colocar unas barandas de hierro y unos bordillos de hormigon que dificultaban la movilidad. En ese momento comienza la riada de escritos al consistorio solicitando información sobre la legalidad de estas modificaciones.
A estas solicitudes respondió la Delegación de Urbanismo en julio y diciembre de 2005, con dos escritos, que consideraba ilegal los cambios efectuados por ir en contra de la normativa de accesibilidad; teniendo como “legalizable” la puerta, pero con la recomendación de que debería contar con un sistema de apertura manual en caso de emergencia.
Estos escritos se han completado recientemente con un informe de los bomberos, que no pudieron acceder a final de año para apagar un incendio que se registró en el interior de la plaza, solitando que “se elimine la puerta o, en su defecto, se instale en un lugar visible y accesible un armario en el que depositar las llaves. Mientras se legaliza, esta debe permanecer abierta”.
Ante este nuevo informe que corrobora su postura, los comerciantes han retomado las protestas, acudiendo en varias ocasiones a la puerta del ayuntamiento, para solicitar que se tome una decisión para una situación que dura ya 22 meses.